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miércoles, 17 de octubre de 2012

Secreto ibérico en salsa de champiñones. ¡Muy rico!

¡Buenas tardes a todos!

Hoy os traigo una receta un poco más elaborada de lo que viene siendo común en mi blog. No por eso es complicada, pero tiene ciertos pasos que pueden resultar un poco pesados si no se está acostumbrado a cocinar.

Antes de todo, voy a comentaros un par de cosas sobre los ingredientes que considero importante, porque, normalmente, al oír ibérico, se suele pensar que la receta va a salir excesivamente cara. Es más, ni mucho menos es cara. Ayer la hice para aproximadamente unas cuatro personas, y todos los ingredientes no salieron por mucho más de 14 €.

1ª recomendación:
La carne de cerdo ibérico se puede encontrar en ciertas superficies comerciales por aproximadamente 8 €/kg. Y no porque sea barata tiene mucha menos calidad que otras. Las veces que la he comprado he quedado bastante satisfecho. El tipo de carne puede variar: ayer usé lagarto ibérico, que viene en tiras y que quizás tenga demasiada grasa para este plato, así que mejor presa o lomo. También existe la opción de usar carne no ibérica, para lo que recomendaría solomillo. Para quien le interese más, os dejo una web para conocer las partes del cerdo.


2ª recomendación:
Los champiñones son los encargados de darle el toque de sabor a la salsa, por lo que son una parte importante. Yo doy dos opciones: la pro, champiñones frescos laminados, o la cutre, los de lata en conserva. La diferencia de precio es más bien poca, pero si quieres economizar existe esa opción.

3ª recomendación:
Los supermercados suelen darnos dos tipos de nata para cocinar: la ligera y la común. Si usamos la ligera el plato tendrá menos cantidad de grasas, pero la salsa final tiende a no quedar homogénea. Con la nata normal, el plato tendrá más calorías por el aporte de grasas, pero el resultado será más apetitoso.


Las recomendaciones son simplemente para que sepáis que existen variantes. Yo voy a pasar a explicaros cómo hice yo la receta. Necesitaremos para 4 personas:
  • 1 kg de presa ibérica
  • Una cebolla grande (yo usé una bolsa de cebolla congelada ya cortada)
  • Champiñones laminados, unos 250 gr.
  • 1/2 litro de nata para cocinar
  • Pimienta en grano
  • Aceite de oliva
  • Caldo de pollo (los que vienen en bricks valen)
  • Vino blanco
  • Sal
Empezamos calentando el aceite en una sartén amplia o cacerola (importante que sea bien antiadherente), llenando el fondo, como si fuéramos a hacer un sofrito, a fuego alto. Cuando esté suficientemente caliente añadimos los filetes, los salpimentamos, y esperamos hasta que se doren y queden sellados.
Los sacamos a un plato cuando estén en su punto sin quitar el aceite, y añadimos la cebolla, picada muy finamente a la sartén, bajando un poco el fuego. Cuando falte poco para que empiece a tomar tono dorado, añadimos los champiñones. Echamos un puñado de pimientas en grano y sal. Nos ayudamos con una cuchara de palo para que los ingredientes se hagan por igual.
Al rato, cuando tome color, volvemos a unir los filetes a la mezcla para que se vayan impregnando del sabor del sofrito. Pasados un par de minutos, sumamos una taza generosa de vino blanco y otra de igual manera de caldo de pollo, intentando que la mayoría de los filetes queden cubiertos por el líquido.
Dejamos unos 15 min. a fuego medio, hasta que se rebaje el alcohol y espese un poco. Entonces, volvemos a retirar los filetes y añadimos la nata mientras removemos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Foto de ese preciso instante. ¡Con delantal para la ocasión! jajaja...
Esperamos a que la mezcla reduzca y quede una textura ligeramente cremosa. Cuando vaya llegando ese momento, volvemos a incorporar los filetes para que también tomen un toque suave a nata. Probamos y rectificamos de sal.
Tras 5 minutos a fuego medio para que se asiente todo, ya tendremos lista para comer nuestra receta. Os pongo un par de fotos de las dos veces que la he preparado:
Primera vez, con cabeza de lomo ibérica (no demasiada grasa) y nata para cocinar normal.
La textura de la salsa está bastante conseguida. 

Segunda vez, con lagarto ibérico (nivel de grasa apreciable) y nata para cocinar ligera.
Pierde en la textura por ser más difícil de emulsionar.


Resumiendo, esta ha sido una de esas recetas de las que he aprendido bastante a seleccionar qué ingredientes convienen más o menos para que el resultado final sea uno u otro, cosa que valoro mucho porque así es como se mejora.

Por lo demás, habéis visto que la receta no es demasiado difícil ni cara, pero que tiene el inconveniente de tener que poner y quitar los filetes hasta tres veces si se quiere que guarden el suficiente sabor original y textura. Si nos pasamos de tiempo de cocción para los filetes, pueden acabar más como un guiso de carne que como lo que pretendo que sea, una carne acompañada de una salsa. Lógicamente, podemos no retirar nunca los filetes de la sartén para ahorrarnos trabajo, pero el resultado será distinto y se perderá la esencia de la receta.

Ya, para acabar, darle las gracias a la señorita Aida León, que ayer estuvo echándome una mano en la cocina, y se agradece porque así la verdad es que se ahorra bastante tiempo.


Un saludo a todos.
¡Que tengáis un buen resto de la semana!

martes, 5 de junio de 2012

Más vale tarde que nunca. ¡Tarta 3 chocolates!

Hola a todos y disculpad mi ausencia, pero el estudio para los exámenes está cosumiendo mucho de mi tiempo diario.

La semana pasada hice algo diferente, un postre, tarta tres chocolates. Creo que ya era hora de colgar una receta de este estilo.

Es una tarta muy sencilla de hacer, en la que tan solo usaremos el horno (con un recipiente que comentaré posteriormente) y una cacerola como utensilios de cocción. El horno será para cocinar la base de bizcocho de chocolate fondant y la cacerola para hacer los otros pisos (chocolate blanco y chocolate con leche), en los que he utilizado cuajada en polvo.

Nunca antes había usado cuajada. Otras veces que he hecho esta receta he usado sobres de flan, pero el resultado que da la cuajada es muchísimo mejor. Queda una textura fresca y suave, con la que se consigue un contraste con el bizcocho de la base que le aporta bastante ligereza en contraposición de la contundencia del bizcocho.


Necesitaremos los siguientes ingredientes:
Para la base:

  • 5 huevos
  • 250 gr. de azúcar
  • 25 gr. de harina
  • 1 tabletas de chocolate fondant para postres de 200 gramos
  • 200 gr. de mantequilla, y una pizca más para aplicar al molde para que no se pegue (usé margarina porque tiene menos grasa)
Para la capa de chocolate blanco:

  • Un sobre de cuajada (la venden en cualquier supermercado, yo compré esta)
  • 1/4 de litro de leche
  • 1/4 de litro de nata líquida para cocinar
  • 200 gr (tabletas típicas) de chocolate blanco
  • 2 cucharadas soperas de azúcar
Para la capa final de chocolate con leche:

  • Lo mismo que la de chocolate blanco, pero sustituyendo el chocolate blanco por chocolate fondant

Primero, ponemos al baño maría la tableta de chocolate fondant junto a los 200 gr de margarina. Vamos moviendo hasta que ambos ingredientes forman una mezcla totalmente homogénea y añadimos los 250 gr de azúcar. Seguimos mezclando todo hasta que el líquido tenga textura totalmente uniforme.
Retiramos el recipiente al baño maría del fuego y esperamos a que se enfríe un poco. Entonces vamos incorporando los huevos, uno a uno, mezclando con ayuda de unas varillas antes de echar el siguiente.
Cuando terminamos con los huevos, añadimos los 25 gr. de harina, que removeremos bien hasta conseguir de nuevo una pasta homogénea. Mientras, precalentamos el horno a 200º C durante 15 minutos.
Si tenemos un molde desmontable genial, pero si no, podemos usar una de esas tarrinas típicas de las pollerías que venden en casi cualquier sitio y son baratas. untamos con margarina el molde y vertemos la mezcla. Introducimos el molde en el horno durante 25 minutos aproximadamente. Para asegurarnos de que está hecha la base, pinchamos en el centro con un tenedor, y este deberá salir limpio.

Ahora vamos con las capas de chocolate. Primero la de blanco, y a continuación la de con leche, que será exactamente igual que la anterior pero variando el tipo de chocolate.
Calentamos en una olla hasta llevar a punto de ebullición el 1/4 de litro de leche, el 1/4 de litro de nata, el chocolate blanco, las dos cucharadas soperas de azúcar, los 200 gramos de chocolate y el sobre de cuajada, ¡muy importante! sin dejar de remover.
Cuando empiece a hervir, esperamos un minutito siempre mareando la mezcla, y apartamos del fuego.
Vertemos el potingue resultante en el molde anterior sobre el bizcocho, al que le habremos hecho unas rayas en la superficie para que se adhiera bien esta capa.
Dejamos enfriar un tiempo hasta que cuaje la superficie, y repetimos la la operación anterior, pero esta vez con el chocolate fondant.
Cuando hayamos terminado las capas, dejamos reposar a temperatura ambiente un par de horas y decoramos con fideo de colores, lacasitos, conguitos... lo que queramos (siempre que no esté muy caliente, porque yo metí un poco la pata en esto y los fideos de colores desaparecieron... jajaja). Después la metemos en el frigorífico más de tres horas, hasta que la tarta esté bien fresca.
Finalmente, si hemos usado un molde desmontable pues quitamos la parte que rodea a la tarta, y si es una tarrina de aluminio pues cortamos los bordes con ayuda de unas tijeras finas para no  destrozar la tarta.
El resultado fue bastante bueno. Quedó muy rica. Os dejo un par de fotos.





Bueno, espero que os haya gustado. Como podéis ver, no es complicada de hacer, pero requiere su tiempo. Además, yo con la cantidad de ingredientes que he expuesto conseguir sacar dos tartas de tamaño considerable, por lo tanto, no se puede decir que sea caro para el resultado y la cantidad obtenida.

Os la recomiendo si queréis tener un detalle especial con un ser querido, porque es algo que le suele gustar a todo el mundo. Como se suele decir, a nadie le amarga un dulce ;)

Y ya puestos, disculpad el tiempo que pasa entre que publico una receta y otra, pero estoy en plena época de estudio y no puedo sacar demasiado tiempo para otras cosas. De todas formas, tengo fotos de unas cuantas recetas más, así que cuando me apetezca descansar entre ejercicio y ejercicio pues subiré alguna. Tiempo al tiempo.


!Saludos a todos y buen provecho!

¡Y suerte y ánimo para los estudiantes!


jueves, 19 de abril de 2012

Una "lasaña" diferente: Pastel de carne

¡Hola a todos!

Perdonad que estos días haya estado algo desconectado, pero he tenido lío entre estudios, cosas de la casa, y alguna cosilla más por ahí suelta.

Para los que os gusta la lasaña, esta receta seguro que también os gustará, son muy parecidas. La diferencia, a grosso modo, es que el pastel de carne sólo tiene la capa de carne, de puré de patatas y de queso.



Necesitaremos:
  • Una bandeja de 700 g. de carne picada mixta cerdo-ternera
  • Unos 700 g. de tomate natural troceado sin piel (vale el que viene en lata)
  • 2 cebollas medianas-grandes
  • 3/4 de litro de leche
  • Una cucharada grande de mantequilla
  • 200 g. de mozzarella rallada
  • Un par de dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Pimienta en polvo
  • Sal
  • Azúcar
  • Perejil fresco
  • Una cucharada grande de orégano, no muy llena
  • 4 patatas grandes (yo usé puré de bolsa, una, pero no recuerdo qué cantidad tiene cada bolsa)

Picamos las cebollas y los ajos muy finos. Ponemos una sartén grande (yo usé el wok, para variar, jeje) con el fondo lleno de aceite a calentar a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, echamos las verduras picadas.
Vamos moviendo haciendo el sofrito. Después de que poche un poco, añadimos el tomate troceado, removemos, y echamos dos cucharadas pequeñas de azúcar para paliar la acidez del tomate.
Cocemos un poco el tomate y agregamos la carne, mezclando bien todos los ingredientes. Después de mezclar, salpimentamos generosamente ademas de añadir el perejil fresco bien picado y el orégano.
La cocción cuando están todos los ingredientes requiere su tiempo, unos 20 minutos o media hora a fuego medio fuerte, porque el tomate suele soltar mucho líquido que se debe evaporar en su mayoría.
Mientras tanto, vamos haciendo el puré de patatas. Podemos cocer 4 papas grandes durante media hora a fuego fuerte y después pasar por un pasapurés, por la vía rápida, que es usar puré de patatas del de bolsa (yo hice lo segundo, por comodidad y rapidez). Echamos la mantequilla en una olla a fuego medio-fuerte y movemos hasta que se derrita, y añadimos la leche después. Cuando esté a punto de hervir, echamos sal y la bolsa de puré, y removemos enérgicamente. También podemos echarle una pizca de nuez moscada, que le dará un toque de buen gusto.
Cuando esté todo listo, en una fuente cuadrada apta para hornos, vertemos primero el guiso de carne picada, teniendo cuidado de que no quede muy líquido. Después, cubrimos con puré toda la superficie sin dejar huecos. Y, finalmente, ponemos los 200 g. de queso como última cosa (podemos espolvorear con un poco de orégano el queso, pero no es necesario, sólo si os gusta mucho el sabor de la especia).
Precalentamos el horno a 200 grados y colocamos el recipiente a altura media durante 20 minutos para que el queso se funda previamente. Para finalizar, gratinamos al gusto con la función del horno (yo lo dejé unos 10-12 min., creo...). ¡Y listo! Este es el resultado:


Pues bueno, como veis, hay que dedicarle su tiempo a esta receta, pero no es demasiado complicada. Además, con la cantidad de ingredientes que os he dicho, sale una bandeja con unas 10 raciones aproximadamente, y el coste de los ingredientes es de menos de 10€, así que es relativamente económica para la cantidad que sale. Y te ahorras todo el rollo de las placas de pasta de la lasaña, con un resultado parecido.

A ver si en lo que me queda de semana os cuelgo alguna recetilla más para animar el blog.

¡Saludos a todos!

lunes, 16 de abril de 2012

Clásicos de la tierra: Carrillada de cerdo en salsa

!Hola a todos¡

Tras un finde muy ajetreado con un par de cumpleaños de amigos, vuelvo a escribir.

Me ofrecí para cocinar en el cumpleaños del viernes para la cena, y pensé en preparar algo rico, típico y que le gustara a todo el mundo. Carrillada de cerdo en salsa, como la que podemos encontrar en la mayoría de los bares de la provincia.

Es un plato no muy difícil de hacer, puesto que sólo contiene verdura y carne estofada, eso sí, durante un largo periodo de tiempo.

Los ingredientes de esta receta son:

  • Un kilo de carrillada de cerdo sin hueso (en el Mercadona venden paquetes ya listos, pero los cachos son algo grandes para mi gusto, los suelo dividir en dos)
  • Dos cebollas grandes
  • 4 dientes de ajo
  • 2 zanahorias grandes
  • 1 patata grande
  • 1 pimiento verde mediano/pequeño
  • Vino para cocinar
  • Pimienta en grano (yo suelo echarle bastantes porque me gusta el sabor que le da)
  • 3 o 4 clavos de olor (esto, para quien no lo conozca. Hay que tener mucho cuidado para la cantidad de esta especia, tiene un sabor muy fuerte que puede llegar a hacer que nuestro guiso sepa solamente a ella, por eso es aconsejable echar lo justo)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 3 pastillas de caldo de carne
Ponemos la carrillada en remojo con el clavo, la pimienta y sal, cubriéndola de vino hasta que quede sumergida, durante una o dos horas. Se puede dejar menos, tampoco pasa nada, pero de esta forma el resultado será más sabroso.
Procedemos a cortar la cebolla en juliana, lo más fina que podamos (después es lo que le dará densidad a la salsa), los ajos sin cáscara con un golpe dado, la zanahoria en rodajas, la patata en cachos de 1 cm aprox., y, finalmente, al pimiento le quitamos el rabito y lo partimos en dos partes, de cabeza a punta.
Ponemos a calentar aceite hasta que tape bien el fondo de la olla (de buen tamaño, será todo más manejable para moverlo), de forma generosa, a fuego medio-alto, y, cuando esté caliente, añadimos la cebolla cortada. Movemos para que vaya pochando, y añadimos los ajos al rato. Seguimos rehogando un poco más de tiempo.
A continuación, separamos la carrillada del vino y la añadimos a la olla a misma potencia. Deberemos mover cada poco tiempo para que la carrillada se selle y contenga su jugo.
Cuando todos los trozos de carne han tomado color por todos sus extremos, añadimos el vino de haber macerado la carne junto con los granos de especias que habíamos puesto junto a ellos. Echamos también una pizca generosa de sal y más pimienta si nos apetece.
Ahora, metemos un vaso de agua (preferiblemente de medio litro aproximadamente), e introducimos tres pastillas de caldo de carne. Lo ponemos en el microondas a máxima potencia durante minuto y medio. Cuando finalice, movemos con una cuchara y lo unimos al guiso. Echamos también el pimiento en este punto.
Movemos para que todos los ingredientes queden bien mezclados, y lo dejamos en el fuego a potencia media-alta (pero más media que alta, un 6 de 9) durante casi una hora. Llegados a este momento, metemos en la olla las patatas y las zanahorias, y dejamos de nuevo otra media hora o tres cuartos de hora al mismo fuego.
Es conveniente vigilar de vez en cuando porque si la olla no es buena, el guiso puede llegar a quedarse demasiado espeso, y se nos puede pegar. Lo suyo sería ir mirando cada 10 minutos, moviendo para que no se pegue y probando de sal para rectificar. 
Cuando estemos cerca de la media hora, no estaría de más el probar la carne para ver su textura. Debe quedar muy suave, que no haga falta cuchillo para partir los trozos, sólo con la ayuda del tenedor.
En el momento en el que la salsa sea lo suficientemente espesa y la textura de la carne óptima, tendremos lista nuestra receta. Si la carne está aún algo "plástica", podemos añadir un poco de agua y dejarlo más tiempo al fuego, pero normalmente no suele hacer falta. La foto no es mía, pero el resultado no era muy diferente a este:



Hacer esta receta no es nada del otro mundo, pero hace falta paciencia para ir comprobando cuánto queda para que esté lista, y saber manejar la proporción espesor de la salsa - textura de la carne.

A la gente que la probó el viernes le gustó mucho, ¡así que ya sabéis!
¡Saludos a todos y buena semana!